
¿Qué ha sucedido? La salida de Elon Musk del gobierno de EE.UU.
Sin duda este mes ha sido uno de los más simbólicos en el mercado, pero hay una noticia que destaca entre el resto y es la salida de Elon Musk del gobierno de EE. UU. El pasado 28 de mayo, el empresario Elon Musk, mayormente conocido por su papel como CEO de Tesla y SpaceX, anunció su salida del cargo como asesor especial del presidente Trump y de la dirección del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Este cargo estuvo ocupado por Musk un total de 130 días, sorprendiendo a todos, puesto que se trataba de una figura clave en la administración del presidente. En un principio, su objetivo era implementar medidas de eficiencia gubernamental y reducir el gasto público. Sin embargo, algo cambió e hizo que Elon renunciara antes de tiempo.
La noticia se hizo pública el 28 de mayo a través de un mensaje en la red social X, donde Musk agradecía al presidente la oportunidad de trabajar en reducir los gastos excesivos.
As my scheduled time as a Special Government Employee comes to an end, I would like to thank President @realDonaldTrump for the opportunity to reduce wasteful spending.
The @DOGE mission will only strengthen over time as it becomes a way of life throughout the government.
— Elon Musk (@elonmusk) May 29, 2025
Este anuncio por parte de Elon Musk pone fin a su etapa que destacó por el intento de añadir una visión más empresarial a la casa blanca y eficiencia a la administración federal.
Aunque en su renuncia brillaba un bonito agradecimiento a Donald Trump, esta fue precedida por críticas directas al núcleo de la agenda legislativa del presidente a través de una entrevista concedida por parte de Elon a CBS Sunday Morning. Esto deja en claro que durante su cargo se desarrollaron importantes diferencias irreconciliables.
¿Quiénes están involucrados?
La salida de Elon Musk del gobierno de Estados Unidos no solo es noticia por tratarse de uno de los empresarios más influyentes del mundo, sino también por incluir en el desenlace a figuras y organismos influyentes a nivel mundial.
En primer lugar, y de los más importantes, tenemos a Elon, como CEO de Tesla y SpaceX. Toda esta historia comienza cuando Elon fue invitado por Trump a liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Su misión principal era aplicar su conocida visión empresarial para reducir el gasto público y modernizar la administración federal.
Según destaca el artículo publicado al respecto en The New York Times, Musk aceptó la oferta y asumió el liderazgo del departamento con la promesa de recortar gastos. En muy poco tiempo, Musk se convirtió en la cara visible de todas las reformas radicales que llevó a cabo.
No obstante, la rectitud de Elon y su impaciencia generaron tensiones internas y críticas externas en el gobierno. Sobre todo cuando sus recortes afectaron servicios y empleos claves.
La otra cara de la moneda es el presidente Donald Trump. Él fue el principal impulsor de la incorporación de Musk al gobierno. Trump aseguraba que esta incorporación traería buenos cambios a la gestión pública. No obstante, Musk criticó la aprobación del megaproyecto fiscal que llevaría a cabo Trump, considerándolo un retroceso en los avances logrados en cuanto a recortes:
“Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario, no solo no lo reduce, y socava el trabajo que está realizando el equipo de DOGE”- Expresó el CEO de Tesla en un adelanto de su entrevista para la CBS Sunday Mornings.
No obstante, el presidente Trump agradeció públicamente la labor de Musk y aseguró que su salida no implicaba una ruptura total, sino el final de una etapa programada.
Tras la salida de Elon quedaba una vacante libre que fue ocupada por Russ Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB). Russ ya venía colaborando estrechamente en la estrategia de recortes.
Según eldiario.es, Russ Vought es “el gran ideólogo del desmantelamiento de la administración y la reducción del funcionariado”, con un perfil “mucho más técnico e ideológico” que el de Musk. Su papel será clave para determinar la dirección que tomará DOGE tras la salida de su antiguo líder.
En todo este suceso hay agencias que, aunque no han intervenido directamente, se han visto salpicadas por las decisiones tomadas durante el mandato de Musk en DOGE. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) fue uno de los principales focos de recortes y reorganización.
El impacto de Musk se vio reflejado en el despido de más de 10.000 empleados en todo el mundo. Esta agencia se usó como proyecto piloto para aplicar la nueva lógica de gestión que buscaba facilitar despidos. El impacto de esta reforma no solo afectó a la estructura interna de la USAID, sino que también cambió su funcionamiento en más de 130 países, tal y como aclara el diario ARA.
¿Por qué es importante?
Elon Musk prometió una gestión intachable al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), generando altas expectativas a raíz de su promesa de ahorrar hasta 2 billones de dólares con recortes agresivos y la modernización del aparato estatal.
Sin embargo, la realidad de los 130 días de su cargo fue un poco más compleja. En estos días, el desmantelamiento de agencias federales, seguido de la eliminación de programas públicos, se tradujo en la pérdida de miles de empleos y una lluvia de demandas legales.
A todo esto, Elon Musk ha reconocido que su departamento se convirtió en el “chivo expiatorio” de todos los recortes. Con esto se refería a que la opinión pública temía por la continuidad de los servicios esenciales.
Sus decisiones tuvieron grandes impactos, no solo en cifras, sino también en los sindicatos, empleados, incluso otros partidos que exigían la revisión urgente de los recortes a raíz de la poca transparencia y arbitrariedad.
Aunque DOGE presume haber logrado ahorrar 170.000 millones de dólares, el economista nos cuenta que, de acuerdo con la investigación llevada a cabo por el Financial Times, solo podemos comprobar una mínima parte de esa cifra. Esto se debe a que una parte considerable de dichos “ahorros” viene de contratos programados con antelación para terminar antes de la llegada de Musk.
El paso de Elon por la casa blanca tiene dos caras; por un lado, deja una administración totalmente cambiada y renovada, pero por otro, incertidumbre, protestas y dudas sobre su mano empresarial en temas políticos.
¿Cómo se desarrolló?
Con el respaldo de Trump, Elon pudo cerrar agencias, eliminar programas federales y llevar a cabo despidos masivos. Todo ello con el objetivo de pelear contra lo que llamaban “la tiranía de la burocracia” y reducir la deuda nacional.
No obstante, el impacto real de estas medidas fue bastante criticado. Por un lado, los despidos causaron la interrupción de servicios esenciales y la eliminación de empleos a gran escala. Esto afectó a miles de familias y generó protestas. Toda esta controversia afectó de forma directa a Elon Musk, quien afirmó en una entrevista con la cadena CBS:
«Lo que empezaba a pasar era un poco injusto porque, digamos, DOGE se convirtió en el chivo expiatorio de todo. Así que, si había algún recorte, real o imaginario, todos culpaban a DOGE».
A nivel fiscal, DOGE reportó unos ahorros acumulados de 175.000 millones de dólares, según declara un artículo de la BBC. En un principio, el objetivo inicial era de 2 billones de dólares, se convirtió en 1 billón de dólares y finalmente en 150.000 millones de dólares.
La falta de transparencia y la ausencia de datos verificables aumentaron las críticas desde el Congreso, mientras que en paralelo, muchos recortes fueron penalizados o revertidos por los Tribunales. Ante esto, Trump realizó apelaciones a la Corte Suprema para que le permitiera avanzar con los planes para recortar la fuerza laboral federal.
Las manifestaciones contra estos recortes fueron numerosas, tal y como nos cuenta en su artículo french24. Dichas manifestaciones tenían lugar incluso en los concesionarios de Tesla, en los cuales llegaron hasta a incendiar vehículos eléctricos.
«La gente quemaba Teslas. ¿Por qué harían eso? Eso no está nada bien», declaró Musk.
A raíz de todo lo sucedido, Elon Musk finalmente decidió no renovar su contrato y enfocarse en sus empresas privadas, como Tesla, SpaceX y X.
“No vamos a llegar a Marte trabajando 40 horas semanales”, afirmó al Washington Post.
Su salida, según sus diversas declaraciones, tiene como motivo principal la decepción hacia el poco cambio y la burocracia fiscal del gobierno, así como el desacuerdo con el mega proyecto fiscal impulsado por la administración de Trump.
Con esta salida, Musk se enfocará en sus empresas, especialmente en SpaceX, que prevé ingresos récords para este 2025 gracias a la expansión de Starlink. Por otro lado, también planea potenciar su start up de IA, para la cual recientemente captó 5.000 millones de dólares de financiación. Paralelamente, continuará impulsando Tesla, Neuralink, The Boring Company y la plataforma X.